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DISPONIBLE EN: Archivo Cinematográfico y Videoteca
Nº TÍTULO ARCHIVO: 00000761
Título original: BARRACA, LA
Director/realizador: Gavaldón, Roberto
Productor: Sánchez Tello, Alfonso
Nacionalidad: México
Año de producción: 1944
Argumento: Basado en la novela homónima de Vicente Blasco Ibáñez. Versión cinematográfica
de Libertad Blasco Ibañez
Guionista: Davison, Tito; Velilla Sarasola, Abel (Diálogos)
Director de fotografía: Herrera, Víctor
Montaje: Savage, Carlos
Cortometraje o Largometraje: Largometraje
Paso: 35 mm
Tipo de emulsión: B/N
Tipología documental: Ficción
Tipología documental: Ficción
Género: Drama
Sinopsis: Tras varias generaciones de su familia trabajando las tierras de D. Salvador,
Barret, por diversas circunstancias, no puede pagar al propietario el arriendo
acordado y es desahuciado. Ciego de ira mata a D. Salvador. y su familia queda
destrozada al morir él en la cárcel y su mujer, por enfermedad, en un hospital,
viéndose sus hijas obligadas a prostituirse en la ciudad para sobrevivir. Muchos
huertanos se comprometen entonces a impedir que nadie trabaje esas tierras
nunca más. Y así lo logran hasta que llega Batiste que, engañado por los propietarios
y tentado por el bajo arriendo de las tierras, decide trabajarlas. Las necesidades
de su familia y sus ganas de sacarla de la miseria hacen que ignore las constantes
amenazas y acosos que sufren por parte de sus vecinos, especialmente por Pimentó
y desoir al tío Tomba cuando este intenta advertirle de la maldición que pesa
sobre las tierras. Su hija Roseta encuentra trabajo en una fábrica de seda
pero es continuamente rechazada por las demás jóvenes. Esto mismo les ocurre
a sus hijos Batistet y Pascualet, que son maltratados por el resto de los niños.
Todos en la huerta están en contra de Batiste y su familia; todos excepto el
tío Tomba y su nieto Tonet, que se ha enamorado de Roseta. La situación se
prolonga hasta que un día, a la salida del colegio, los niños son arrojados
a la acequia y como consecuencia Pascualet enferma y muere. Con este suceso
la huerta cambia totalmente. El odio se convierte en compasión y tristeza,
y los huertanos muestran sus condolecencias y apoyo a la desgraciada familia
de Batiste. Un día Batiste decide ir a la taberna de Copa, pero allí el aguardiente
hace que Pimentó, un vago reclacitrante, se envalentone y culpe a Batiste de
su mala situación, ya que los arrendatarios, dice, les han perdido el respeto.
Ofendido, Batiste derriba a Pimentó y otra vez todos los vecinos se ponen
en su contra. Batiste desconfia de todo, y un día al regresar de Valencia le
disparan. Al responder, mata a su agresor, Pimentó, y las represalias de los
huertanos no se hacen esperar: una noche incendian su barraca y Batiste tendrá
entonces que partir en busca de otra tierra que trabajar y donde no tenga que
perder nada a cambio.