Título original: REINA DE SIERRA MORENA: LA DUQUESA DE BENAMEJI, LA
Director/realizador: Lucía, Luis
Nacionalidad: España
Año de producción: 1949
Argumento: Basado en la obra homónima escrita en verso por Manuel y Antonio Machado.
Música: Quintero, Juan
Guionista: Guión técnico: Lucía, Luis
Director de fotografía: Pahle, Ted
Montaje: Serra, Juan
Área de producción y distribución Compañía de producción: CIFESA (Compañía Industrial del Film Español, S.A.)
Estudio: Sevilla Films (Madrid)
Laboratorio: Madrid Film (Madrid)
Estreno: 25 de octubre de 1949 en Madrid
Área de descripción física Formato: Standard/Académico
Cortometraje o Largometraje: Largometraje
Metraje original: 2800 m
Duración original: 85'
Paso: 35 mm
Tipo de emulsión: B/N
Sonido: Sonora
Equipo de dirección Ayudantes de dirección: Blasco, Ricardo; López Cortijo, C. y Isla, S. (secretarios); Navarro, Fernando
(regidor)
Equipo de producción Jefe de producción: Rada, Juan Manuel de
Ayudante de producción: Plaza Alonso, T. de la (secretario); García, Jesús (auxiliar)
Equipo de fotografía 2º operador: Ruiz Capillas, Mariano; Ortas, Julio (fotofija)
Ayudante de cámara: Enríquez, J.; Macasoli, A.
Equipo de montaje Ayudante de montaje: Ramirez, Antonio
Equipo de decoración y atrezzo Diseñador de decorado: Schild, Pedro
Decorador: Ambientación y figurines: Torre de la Fuente, Eduardo.
Constructor decorados:Prósper, Francisco Muebles: Luna, Antonio
Atrezzo o accesorios: Luna, Antonio
Ambientación: Torre de la Fuente, Eduardo
Equipo de sonido Jefe de sonido o ingeniero de sonido: Torrens, Jaime y Alonso, Antonio (técnicos)
Área de análisis de contenidos Tipología documental: Ficción
Género: Drama
Intérpretes: Rivelles, Amparo (Rocío; Reyes de la Vega, duquesa de Benamejí); Mistral, Jorge
(Gallardo, Lorenzo); Luna,Manuel (Cifuentes, Pedro); Fajardo, Eduardo (Carlos,
marqués de Peñaflora); Asquerino,Mariano; Caba Alba, Julia (Chacha Manuela);
Caba Alba, Irene(señorita cursi); Riquelme, Antonio; Fernández, Félix (Esteban
Lara); Andrés, Valeriano (Teniente Montoro); Marín, Arturo; Jaspe, José (Frasco);
Córdoba, Alfonso (Teniente Suárez); Bernal, Francisco ("Lobezno"); Díaz de
Mendoza, Carlos (Coronel); Pastor Mata, Miguel (Román); Martínez, Ángel; Rivas,
Domingo (Bernardo); Requena, Manuel (señor burgués); Manso, Juana; Guitián,
Manuel (señor tímido); Hurtado, Casimiro (bandolero); Cobeña, Benito
Sinopsis: Lorenzo Gallardo, capitán de los bandidos de Sierra Morena, junto con sus hombres,
se dispone a atacar una diligencia en la que supestamente viaja Reyes de la
Vega, duquesa de Benamejí, con la intención de raptarla y pedir por ella un
buen rescate. Los viajeros, en el coche, se sienten intranquilos por atravesar
esos parajes infestados de bandidos. Y sus temores no son infundados, pues
la diligencia es perseguida y asaltada y la duquesa raptada. Ésta es conducida
por el monte hasta la guarida de los bandidos. Una vez conseguido su propósito,
y ya a salvo en su guarida, Lorenzo presenta a la duquesa a Rocío, una gitana
que vive con los bandidos y que es su viva imagen. Además, cuenta a Pedro Cifuentes,
su más leal compañero, sus verdaderas intenciones: no liberar a la duquesa,
puesto que siente algo por ella. Al mismo tiempo, Rocío cuenta a la duquesa
cómo conoció a Lorenzo. Después de la cena, Lorenzo canta una serrana en honor
de la duquesa. Ésta recuerda la canción y acaba de cantarla. Más tarde, Lorenzo
revela a la duquesa su identidad: él era el zagalillo que trabajaba en el palacio
de Benamejí cuando ella era una niña y que un día le salvó la vida. Desde entonces
ha luchado por conseguirla. Rocío lo escucha todo escondida. Cuando la duquesa
se marcha a sus aposentos a dormir, Rocío le pide que se aleje de Lorenzo,
ya que está enamorada de él, y le facilita la huida. Mientras, los viajeros
de la diligencia han denunciado el rapto al coronel, junto al que se encuentra
Carlos, marqués de Peñaflores y primo de la duquesa, que desea ir a liberarla
inmediatamente. El coronel le dice que espere hasta el amanecer. Al día siguiente,
Lobezno, uno de los hombres de Lorenzo, llega a la guarida e informa de la
salida de los soldados. Cifuentes avisa de que el asunto se pone feo. Lorenzo
le confiesa que ya ha conseguido lo que quería y que si no fuese por el pacto
que tienen, abandonaría la partida. Rocío avisa a Lorenzo de que la duquesa
ha escapado. Él va a comprobarlo y encuentra una joya que le pertenecía. Pregunta
a sus hombres si saben qué ha pasado con la duquesa. Culpa a Cifuentes y le
pega por ello. Sus hombres le detienen y recriminan su acción. Cifuentes decide
abandonar la partida de bandidos. Rocío acaba confesando su culpa. Lorenzo
va a pegarle, pero Cifuentes le detiene y, poco después, se marcha, abandonando
a sus compañeros. Rocío revela a Lorenzo el amor que siente por él y le cuenta
cómo facilitó la huida a la duquesa. Acaba jurándole que él nunca será de la
duquesa. Mientras tanto, un grupo de soldados al mando de Carlos se dirige
hacia el palacio de Benamejí. Lorenzo también se dirige hacia allí. La duquesa
ya ha vuelto al palacio y conversa con su chacha, que detecta en su señora
la atracción que siente hacia Lorenzo Gallardo. Poco después, éste llega al
palacio y entra furtivamente, sorprendiendo a la duquesa. Le dice que ha ido
a visitarla y a devolverle una joya que olvidó en su guarida. Ella se la obsequia
y le avisa de que los soldados están a punto de llegar. A él aún no le ha dado
tiempo a reaccionar, cuando aparecen los soldados. Ella promete protegerle
si él no vuelve a cruzarse en su camino nunca más, y le esconde. Entra su primo
Carlos, que se extraña de verla en el palacio, pues la creía en manos de los
bandidos. Ella dice que logró escapar y le muestra dónde puede hacer una batida
para atraparlos. Carlos, que pretende a su prima, le pregunta si se iría con
él a Madrid, a la Corte. Antes de oir su respuesta, Lorenzo sale de su escondite
para pedirle que no conteste y presentarse como rival de Carlos. Alaba a Lorenzo
Gallardo hasta que acaba revelando su verdadera identidad. Ambos sacan sus
pistolas, pero la duquesa les detiene y así salva a Lorenzo por el momento,
que se marcha en su caballo a todo galope. Reyes admite a Carlos que le mintió
y contesta a sus preguntas sobre el rapto, absteniéndose de revelar el lugar
donde se halla la guarida. El capitán, Carlos, vuelve con sus hombres y pregunta
si hay alguna novedad. Pretende atacar a los bandidos en su guarida y les cuenta
que tiene un ardid para descubrir dónde está: quien sabe el lugar, les mostrará
el camino. Al día siguiente, Carlos vuelve al palacio de Benamejí y dice a
su prima que conocen el lugar donde se ocultan los bandidos y que van a ir
a atacarles ese mismo día. Así, la duquesa marcha corriendo a la guarida de
los bandidos para avisarles del peligro, desvelando a su primo el camino para
llegar hasta ellos, ya que él la ha seguido. Ella llega a la guarida y es muy
bien recibida por los bandidos. Lorenzo le dice que no se preocupe. Ella admite
que ha ido hasta allí para salvarle la vida. Cifuentes llega a la guarida,
pues ha descubierto a Carlos, al que lleva a presencia de Lorenzo. Carlos ofrece
a los bandidos el perdón para todos a cambio de que le entreguen a su capitán.
Lorenzo muestra a sus hombres las cosas que han dejado atrás y que podrían
así recuperar. Pero la duquesa les hace ver que no deben confiar en alguien
que alienta la traición, ya que a su vez éste les puede traicionar a ellos.
Este gesto gusta a los bandidos, que no abandonan a su capitán y que a partir
de ese momento sienten una simpatía especial por la duquesa, a la que empiezan
a llamar "capitana". Cifuentes se marcha. Dejan marchar a Carlos, que pide
a su prima que se vaya con él. Pero ella prefiere ir con Lorenzo. De nuevo
en el palacio, la duquesa se arregla para ir a Córdoba y cuenta a su chacha
que va a ver a su Excelencia y lograr que los bandidos dejen de serlo. En el
camino encuentra a Lorenzo, que sube al carruaje con ella y le acompaña. Sus
hombres aparecen y les sirven de escolta. Ya en Córdoba, la duquesa pide a
su Excelencia el perdón para Lorenzo. Lo consigue, pero no para sus hombres.
Cuando se marcha, su Excelencia explica a su secretario la jugada, ya que,
como la duquesa ha dicho casi sin darse cuenta: "perdonarle es destronarle".
Y sin su jefe, podrán acabar con ellos fácilmente. La duquesa aparece en el
nuevo refugio de los bandidos, que la reciben alegremente. Duquesa y bandidos
beben juntos, y estos últimos beben "por nuestros capitanes", que se marchan.
Los bandidos siguen bebiendo el vino que les sirve Rocío, de la que se burlan.
Ella les amenaza, pero sólo consigue su risa. Reyes habla a Lorenzo de la vida
que lleva y le enseña el perdón que ha conseguido. Él se lo agradece. Piensan
en su futuro juntos y se besan. Pero Rocío les ha visto. Reyes se da cuenta.
Rocío marcha a la montaña. Lorenzo va a comunicar la buena noticia a sus hombres,
creyendo que el perdón es para todos, pero Reyes interviene y les comunica
que sólo es para él. Lorenzo ve en ese perdón una estratagema de su Excelencia
y dice que no abandonará a sus compañeros. Reyes admite que lo hizo cegada
por el cariño y pensando que ellos podrían esconderse. Mientras, Rocío ha ido
a buscar al capitán, Carlos, para decirle dónde se oculta Lorenzo, ya que si
no es de ella, no será de nadie. El capitán decide atacar, como soldado que
es, dejando a un lado sus sentimientos. Los soldados se dirigen hacia allí.
Cifuentes llega a la guarida para avisar de que se acercan. Lorenzo dice a
sus hombres que se preparen y a Reyes que se quede con Rocío. Los hombres se
marchan y se quedan las dos mujeres solas. Los soldados continúan a pie. Cuando
están cerca, se despliegan. Lorenzo sale a su encuentro. Comienza la batalla
entre los dos bandos. Mientras, Reyes acusa a Rocío de traicionar a Lorenzo.
Ella lo admite. Reyes va a contar a Lorenzo lo que ha pasado par evitar nuevas
desgracias, pero Rocío lo impide pegándole un tiro. Los soldados se extrañan
de que los bandidos hayan desaparecido y se introducen en la guarida. Allí
los encuentran alrededor de Reyes herida. Olvidando a lo que han ido allí,
Carlos pregunta quién ha sido, pero Reyes no descubre la verdad. En su lecho
de muerte, Reyes sueña con el viaje que ella y Lorenzo querían realizar. Y
muere, como Reina de esa Sierra. Todos a su alrededor lloran su muerte. Al
llegar el día, todos unidos, soldados y bandidos, se llevan a Reyes, mientras
Rocío, sola, llora. Los soldados llevan a la duquesa al palacio. El capitán
perdona a los bandidos y toma prisionero a Lorenzo, que rompe la carta del
perdón. Se despide de sus hombres y se marcha detrás de Carlos. Sus hombres
se van con él, pues no quieren abandonarle. Los soldados se disponen a volar
la guarida, sin darse cuenta de que Rocío está dentro. Mientras ésta pide perdón
a Dios, la guarida explota, con ella dentro. Un soldado comunica al capitán
que el sótano está volado y le entrega la carta del perdón, que ha encontrado
rota en el suelo. Al leerla, Carlos deja marchar a Lorenzo y sus hombres y
se dirige a Benamejí. La película acaba con una voz en off contando "Ahí acaba
el romance de la duquesa y el bandolero..." , sobre las imágenes de los bandidos
y la Sierra de Benamejí.
Área de versión y disponibilidad Versión: Versión original
Idioma: Castellano
Otros Criterio de pertenencia al patrimonio audiovisual valenciano: Compañía de producción; Intérpretes (Mistral, Jorge; Blasco Laguna, Ricardo;
Pastor Mata, Miguel; Requena, Manuel); Dirección/realización